viernes, 1 de enero de 2010

EL EMPAREDAMIENTO

El ánimo se me ha quedado sobrecogido con el suspense en que nos deja Antonio Montufo en su magnífico trabajo del Arco de las Monjas. Tanto, que no pude reprimir mis deseos de investigar en los nombrados “Anales”.

Fue así como llegué al breve, pero espeluznante, relato descrito en los Anales de Granada, por D. Francisco Henríquez de Jorquera, donde se narra un suceso de emparedamiento ocurrido en Septiembre de 1615 en aquellas inmediaciones y que nada tiene que ver, por tanto, con el renombrado Arco de las Monjas y sí con el cercano Monasterio de Santa Isabel la Real, y que dice:

Hicieron justicia en esta çibdad de Granada de un hombre llamado Gaspar Dávila, torcedor de seda, por haber rompido la cerca de la huerta del monasterio de monjas de Santa Ysabel la Real para sacar a una monja del dicho monasterio o tener que ver con ella, por lo qual fue ahorcado en la plaça llamada Nueba por sentencia de los señores alcaldes de corte de esta Real Chancilleria; y la dicha monja, que por ser de calidad no la nombro, fue mandada emparedar viva en el dicho monasterio, amén otros rigurosos castigos que le mandó dar su religión.

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En el Archivo de la Curia de Granada hay un documento sin portada y con el epígrafe "Usos y costumbres viejas", fechado en 1715, y del que se desconoce a qué parroquia, iglesia o monasterio perteneció, que recoge en el folio IV-aB:

“Tened en cuenta que es costumbre vieja en las comunidades de monjas emparedar y dejar morir de hambre y asfixia a la profesa que viola o rompe las reglas, especialmente el voto de castidad.
¿Has olvidado el cementerio infantil que hay un poco más allá?”.


También queda recogida en los Anales de Granada otra arte de matar, llamada encubamiento (meter en una cuba o tonel), que se le practicaba a los habitantes de la ciudad:

“En Noviembre de 1611, cuando se demostró que una muxer havía envenenado a su marido con arsénico para casar con otro hombre, se la encubó con un gato y un perro y se la echó al río para cumplir con la ley; después, la sacaron, se le dio garrote vil junto a la fuente del río Genil, en el lugar que llaman del Humilladero, y la sepultaron en el cementerio de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Angustias”.

barril

NITO

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1 comentario:

Antonio Montufo Gutierrez dijo...

Si señor hay que descubrirse ante tan buen trabajo de investigación. Si es lo que digo: para estar bien inormado de Graná la Murga de Nito tienes que mirar.
Antonio Montufo Gutiérrez