domingo, 4 de noviembre de 2012

BUÑUELOS DE VIENTO


Recuerdo que cuando era pequeño en casa de mis padres, en el Día de Todos los Santos, mi madre elaboraba una serie de recetas como los buñuelos de viento “rellenos o sin rellenar” (según anduvieran las cosas por la despensa), torrijas, cañas fritas y pestiños. A veces hacía las barretas de garbanzos o el “Cagadillo” (caramelo con frutos secos), que desaparecían incluso antes de servirlos en la mesa…
Como quiera que sea, no hacía más que seguir la tradición familiar. No sería lógico pensar que yo me la iba a saltar a la torera.


Pero muchas veces me pregunto sobre el origen de esta tradición, especialmente la de los buñuelos:
La historia de los buñuelos parece que no es tan antigua como podamos pensar, aún así, no se conoce con exactitud el origen de este dulce que en esta época adquiere mayor espacio en nuestra mesa.
Hay quien piensa que los buñuelos derivan de la palabra “puñuelo”, una especie de bola que los romanos amasaban con sus puños, otros piensan que la palabra proviene del francés “beignet”. Pero como sabemos que buena parte de los dulces de tradición tienen origen árabe, podemos quedarnos con esta procedencia en la historia de los buñuelos.

Se conoce que en España se encuentran recetas de buñuelos desde el siglo XVI y se dice que uno de los postres favoritos de los árabes que estaban aposentados en Granada, eran los buñuelos de agua miel, una masa que se freía en aceite y posteriormente se bañaba en miel hirviendo.


Hay infinidad de recetas, muy parecidas entre sí. En la web puedes encontrar cientos de ellas, por eso, ni la incluyo hoy en el blog. Sólo decirte que se puede pasar una buena tarde lluviosa y tristona como la de  hoy en la cocina, a condición de que tengas buenos ayudantes, pues yo bastante liado estaba dirigiendo el protocolo histórico, cámara en ristre…
 
Actualmente se pueden elaborar buñuelos de distintas formas y con distintas variantes, se aromatizan con limón, canela, vainilla… se rellenan de crema, frutas o simplemente los infla el viento. A mí me gustan especialmente estos: Los llenos solo de viento, muy calientes y una tacita de chocolate hirviendo.

Para ti, murguero que me soportas. Se que andas de régimen pero...

NITO

2 comentarios:

María Belén Puertas Única dijo...

Qué buenos tienen que estar .Gracias por compartir el origen de los buñuelos.Saludos
Visita mis blogs y participa haciéndote miembro o seguidor@
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Manuel Espadafor Caba dijo...

Pan sin gluten, leche desnatada, vino sin alcohol, yogurt light…, ¡Ya está bien! Estos buñuelos están para chuparse los dedos, un día es un día y que sea lo que Dios quiera.