Una Iberavia española luce en La Ferté Alé (Paris)
Cuando se van a cumplir
casi los cincuenta años de aquel trágico
suceso que paralizó a la sociedad granadina y que liga el extraño destino de algunos
aviones a Sierra Nevada, La Murga
quiere rendir un tributo inolvidable al que fuera uno de los más destacados
deportistas, pionero del esquí granadino y entusiasta de la aviación: Demetrio
Spínola Ortega.
Nos narra Michel Lozares Sánchez en su libro “Los aviones de Sierra Nevada” que el
día 6 de marzo de 1966, la avioneta Iberavia AISA I-11B con matrícula L.8C-69 despegó, para
efectuar un vuelo local, de la Base de Armilla a las 13:00 horas.
A los mandos se encontraba
Demetrio Spínola Ortega, que llevaba como pasajero a Antonio Molinero. Era la
segunda vez en aquella jornada que el
señor Spínola se ponía a los mandos de esta avioneta.
Iberavia AISA mostrando su liviana construcción: Madera y tela
Tras la salida, la avioneta
puso rumbo a la sierra. El día aparecía claro en casi toda la zona de vuelo,
con algunos cúmulos a 2.500 metros y bancos de niebla en los valles.
Tras alcanzar la zona de las
pistas de esquí, la avioneta estuvo sobrevolando la estación, realizando
repetidas veces vuelo rasante –pasadas- sobre los paradores y pistas. Se dio la
circunstancia de que entre los numerosos
esquiadores que se encontraban en la zona, estaban los hijos del señor Spínola.
Su padre los saludada desde la avioneta y ellos le correspondían, pues sabían
de quién se trataba.
Entre las 13:45 y 14:00
horas, a la salida de una pasada, la AISSA se metió en un banco de niebla muy
próximo al terreno, seguramente el piloto no se dio cuenta o no lo pudo evitar;
acto seguido se escuchó un fuerte golpe. La avioneta se había estrellado
frontal y violentamente contra los Peñones de San Francisco. A escasos 600
metros del Albergue Universitario y a 2.500 metros de altura.
Otro ejemplar recién salido de la fábrica aún sin matrícula
Sus dos tripulantes murieron
en el acto. El señor Spínola contaba con 675 horas de vuelo (212 de las cuales
en el modelo de avioneta accidentada). Se da la circunstancia de que años antes de este accidente mortal,
el 7 de abril de 1959, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Salobreña
cuando pilotaba la avioneta Bücker
BU-131.
Aparte de su gran afición a
la aviación, el señor Spínola fue un
conocido montañero y esquiador, pionero de Sierra Nevada y socio fundador de la
Sociedad Sierra Nevada.
Grupos de montañeros en
colaboración con la Guardia Civil y soldados del Servicio de Enlace Radiofónico
se dirigieron inmediatamente al lugar del accidente, donde realizaron los
trabajos de rescate de las víctimas.
La causa del accidente, y según el informe de investigación del mismo (Archivo General e Histórico del
Ejército del Aire. Exp. 1102/23), firmado por el coronel Fernando Querol
Müller, de la Base Aérea de Granada, quedaron bien claras:
“Es parecer del Jefe que
suscribe, que el accidente se produjo como consecuencia de la infracción, por
parte del piloto, del Reglamento de Disciplina de Vuelo, al efectuar repetidas
pasadas en vuelo rasante en el lugar de la Sierra que sobrevolaba , metiéndose
en niebla cuando ejecutaba una de ellas que le produjo la falta de visibilidad
que le impidió ver los Peñones de San Francisco, contra los que se estrelló”.
Los restos de la avioneta son recogidos por montañeros
La
avioneta
Fue construida por AISSA
(Aeronáutica Industrial, S.A.) en sus talleres de Carabanchel (Madrid). Su número
de fábrica era el 154.
Causó alta en el ejército
del Aire el 7 de Junio de 1957 y recibió la matrícula L.8C-69
Aunque en el, momento del accidente había sido
cedida por EdA al RACE –en total se le
cedieron110 avionetas de este modelo-, aún no había recibido ninguna matrícula
civil.
Había realizado un total de
1.250 horas y 35 minutos de vuelo, y desde la última revisión (IRAN) 47:20 h.
El motor tenía, en total, 73:53 h. de funcionamiento.
Comunicado oficial a la Subsecretaría de Aviación Civil
Con anterioridad, el 3 de
Octubre de 1958 había sufrido otro accidente, aunque esta vez con más suerte.
Por entonces estaba destinada en Torrejón de Ardoz. Tuvo que realizar una toma
de emergencia en el lecho de río Andarax, en terrenos de Gádor (Almería), con
mala meteorología y ya aproximándose la
noche, porque el piloto (sargento Víctor Manuel Álvarez Gálvez) se despistó y
se perdió. Estaba haciendo prácticas de navegación en viaje de Torrejón a
Albacete y Sevilla y regreso. Llevaba como pasajero al sargento armero Miguel
Simón García. Los tripulantes resultaron ilesos y los daños del avión fueron
mínimos.
Granada y Huétor de Santillán dedican sendas calles a su memoria
Especificaciones
técnicas
Tipo: Entrenamiento y
enlace.
Planta
motriz: Un motor Continental C-90
Velocidad máxima: 188 k/h
Autonomía: 650 k.
Envergadura: 9,34 m.
Longitud: 6,47 m.
Los Peñones de San Francisco
El
lugar del accidente
Como se ha mencionado, la
L.8C-69 se estrelló a escasos metros del Albergue Universitario, contra las
rocas de los Peñones de San Francisco próximos al collado que separa aquel
albergue y el actual Albergue Militar, y en la vertiente que da cara a la Hoya de
la Mora. Por tan solo 3 metros de altura, la avioneta habría salvado las rocas.
Las coordenadas del lugar son: N 37º 06´
04´´, W 3º 22´53´´.
Los restos de aparato fueron
recuperados manualmente, y en la actualidad, de existir algún vestigio del
mismo, su identificación se hace francamente difícil, debido a la gran cantidad
de desechos que, lamentablemente, se encuentran en esta zona.